La extinta poética

Quiero dejar claro desde el principio que formo parte del grupo de aficionados que admira a La Zaranda y a Eusebio Calonge y esta obra me ha producido una gran decepción: a pesar de algunos momentos increíbles, largos minutos de extenuación por la repetición de una misma frase (cadencia continuada de tres repeticiones) y por la falta de evolución de una buena idea.

Idea: una cutre familia formada por un matrimonio y dos hijas, una de ellas, Ofelia, con déficit neurológico severo (no mental) tipo Stephen Hawking. La familia tiene desatendida a la hija discapacitada, la mantienen en una grúa hospitalaria, ellos mismos están empastillados (para la depresión, la ansiedad, la memoria...). Llevan una vida monótona, sin aspiraciones, aborregada: ven la televisión (fútbol), van a la consulta médica, intentan casar a su hija embarazada que es abandonada en el altar, el padre se emborracha con facilidad... La única persona con pensamientos por encima de la mediocridad es Ofelia, que sueña con una vida diferente.

Destacan las características del sello de La Zaranda: personajes y situaciones grotescas y esperpénticas que provocan, por igual, risa y pavor; las imágenes de gran fuerza y belleza visual dentro de la más vulgar situación cotidiana; el cinismo frente al llamado ser humano y la sociedad actual.

Pero este magnífico bagaje debe conllevar una dramaturgia, sea textual o no. Una concatenación de situaciones tópicas de una vulgar familia, aunque se exageren para provocar dolor, risa y reflexión, no es suficiente para 80 minutos. Los personajes parecen estereotipos y es el gran peligro que conlleva el esperpento cuando no se perfilan en los detalles (más allá de lo visual y simbólico).

El recurso de repetir, casi siempre a gritos, una misma frase tres veces acaba por agotarse rápidamente y provocar en el espectador hastío. El resurgir de Ofelia cual cisne de ballet, muy bello, llega tarde y resulta insuficiente.

Una lástima que no se haya trabajado más en el argumento de esta obra, desaprovechando múltiples posibilidades, dejando el peso en el trabajo visual. Todo ha quedado en una interesante exposición teatral.

Sólo apto para algunos fans de La Zaranda.

Texto: Eusebio Calonge

Dirección: Pedro de la Zaranda

Actores: Carmen Barrantes, Laura Gómez-Lacueva, Ingrid Magrinyà y Rafael Ponce

Escenografía: Pedro de la Zaranda

Diseño de Iluminación: Eusebio Calonge

Coordinación técnica: Carlos Samaniego

Producción: Kike Gómez y Padam Producciones

Teatro: Teatro Español 24 de noviembre a 18 de diciembre de 2016