top of page

El regreso del soldado (1918) de Rebecca West



Hace mucho mucho tiempo que no había leído una novela tan mala, de las que podías encontrar en la sección de novelas románticas en el quiosco. Lo que me ha sorprendido, además de su pésima calidad, es que figure "El regreso del soldado" entre los clásicos de la literatura y de la pluma de una famosa escritora, Rebecca West, que tuvo un papel importante en el feminismo.







El argumento presenta cierto interés inicial. Chris es un soldado que, en el combate durante la Gran Guerra, sufre un traumatismo que le ha hecho perder la memoria: no recuerda nada de sus últimos quince años. En su hogar le espera su esposa Kitty, a la que ha olvidado por completo, su prima Jenny (enamorada secretamente de él) de la que recuerda su infancia y la novia de su juventud, Margaret, ahora casada también. Cuando vuelve, sigue enamorado de Margaret como si fuera ayer. Las tres mujeres intentarán que el soldado acepte su nueva situación. La narradora de la historia será Jenny.


Todavía sigo perplejo por haber leído páginas tan mal escritas, propias de una principiante de altas ínfulas. Contiene esos adjetivos recargados e innecesarios, esas metáforas plúmbeas o absurdas, los tópicos propios del peor romanticismo, incongruencias argumentales, banalidad, sobrecarga de caracteres, exageraciones melodramáticas y vacuidad página tras página. Cae con facilidad en el ridículo. Al menos se leen con rapidez sus casi ciento cuarenta páginas.


Seleccionaré algunos ejemplos de todo lo que acabo de acusar a la escritora, porque el libro está casi todo subrayado (esta vez no por sus aciertos).


Cuando Chris entra a su casa como un extraño y dice que la casa es distinta, la autora nos suelta esta joya: "Si el alma ha de permanecer en su ataúd hasta que el plomo se ha partido en dos, entonces en cautividad su voz debe de sonar muy parecida" (p.41) Parece ser que se siente aprisionado el soldado... hay muchas formas de expresarlo sin tanta pretenciosidad.

La narradora compara una visión de Chris y Margaret con los santos y los profetas descritos en los grabados de las viejas Biblias, "dispuestos a recibir la bendición espiritual de la que emanan fieros rayos de luz" (p.72) Hay otras frases en este estilo ridículo a lo largo de todo el libro.

Limitaciones de la autora cuando describe a sus personajes, como este fragmento dedicado a Chris: "cejas rectas [ ] casi siempre fruncidas en conjeturas conscientes [ ] su boca y barbilla eran de aspecto noble pero delicadas, como flores". O descripciones de paisajes que evito adjetivar: "De la licuefacción de colores que se produce en los atardeceres de verano - cuando la hierba verde parece un fluido precioso derramado..." En el paisaje se suceden atardeceres, noches de luna, hay algún cisne... hasta un templete griego en una isla donde pasea la romántica pareja.

En muchas ocasiones, la superficialidad de las ideas expresadas produce rubor; en otras se enmascara con aparentes reflexiones profundas: en el buen amor " la mujer guarda el alma del hombre en la suya propia y la mantiene amada y en paz, de manera que su cuerpo pueda descansar tranquilo por un tiempo. Es grande para una mujer hacer algo así."

El peor romanticismo puede estar representado por la escena del primer encuentro entre Chris y Margaret en el que el soldado corre hacia ella con los ojos cerrados y cae de rodillas.


No merece la pena mostrar más perlas de esta falsedad de novela. Casi seguro que la traducción no la ha mejorado, pero el nulo valor del relato es claro.


No perdáis el tiempo y buscad otro libro.



Editorial: Herce

Páginas: 140

Busco...
PRÓXIMOS RETOS
OBRAS DE TEATRO
OBRAS DE LITERATURA

Únete ahora a nuestra lista de correo

bottom of page