El teatro de Sabbath (1995) de Philip Roth

Sarcástica, crítica y sexual novela de Philip Roth cuyo protagonista, Mickey Sabbath, es uno de los personajes más turbulentos, patéticos y salidos que ha creado el autor.

Mickey Sabbath, a sus sesenta y cuatro años, se enfrenta a un dilema cuando su amante Drenka Balich, de cincuenta y dos años, le exige que sea fiel tras trece años de relación. Ambos están casados y han mantenido una oculta y muy muy satisfactoria relación sexual. Será cosa del destino, cuando le plantea una monogamia fuera del matrimonio esta relación acaba, ella muere a los seis meses de cáncer (lo cuentan en la contraportada, no es que haga un gran destripe: sólo es el inicio de esta novela).

A partir de ese momento, la vida de Sabbath cae en la deriva y emprende una ruta que lo lleva a actos todavía más locos, desinhibidos y esperpénticos (en realidad, como ha sido siempre) y, al mismo tiempo, se plantea el suicidio antes de que su deterioro sea mayor. Un periplo accidentado que pasa por las visitas al cementerio (donde se pajea sobre la tumba de su amante), el alojamiento en casa de un amigo de los buenos tiempos para enterrar a otro amigo que se ha suicidado... Al mismo tiempo, hará un balance de su vida, recordará los inicios de su carrera como titiritero y director teatral, las mujeres en las que dejó una destructiva huella o que lo marcaron: la madre que, tras la muerte de su hijo en la guerra, siempre estuvo ausente en vida y ahora se le aparece como un fantasma; la primera mujer, Nikki, con la que tuvo una relación posesiva y un día desapareció de su vida sin decir nada; el escándalo con una estudiante que provocará su expulsión; Roseanne, la segunda mujer con la que tuvo un matrimonio insatisfactorio y derivó en el alcoholismo de ella; y la siempre presente Drenka, la amante que hubiera sido, posiblemente, su perfecta esposa... además del rosario de putas y burdeles en busca de placer espulgado de cualquier inhibición.

Os advierto que me costó arrancar con esta novela: veinte o treinta páginas que me parecieron profusas, apelmazadas, con una traducción poco solvente, que luego se despejó y me permitió el feliz reencuentro con este genial, inteligente y único escritor (van una decena de novelas en mi curriculum como lector).

El tema de la sexualidad es fundamental en la obra de Philip Roth, siempre tratado con naturalidad frente a la hipocresía social y cultural, con una intención de exposición provocadora y crítica para hacer evidente la incongruencia, no exento de otros matices. Es habitual en sus novelas encontrarnos al protagonista en una situación ridícula y desaforada en la que otros personajes son testigos. Aquí hay varias. "El teatro de Sabbath" es la novela más explícita de todas las que he leído, con pasajes descriptivos que son pura pornografía, no gratuita, pero de forma clara obscenos y no aptos para todos los lectores. Por poner un ejemplo, va más allá de las novelas protagonizadas por Zuckerman, su posible alter-ego.

La novela no carece de algún exceso que podría justificarse por el estado mental del protagonista pero que bordea la falta de verosimilitud: la escena que muestra a Scott (otro amante de Drenka) que acude a su tumba a pajearse (con Sabbath ya era suficiente) y luego Sabbath, testigo silencioso de lo ocurrido, coge el ramo de flores lleno de semen y se lame las manos impregnadas del esperma al grito de "soy Drenka" (páginas 89 y 95); la escena de la criada cuando lo pilla con la ropa íntima de la hija del amigo y todo el diálogo que sigue... También algún pequeño exceso de orden estilístico, a veces caótico, otras intencionadamente profuso ("listado" de nombres y epitafios de tumbas, por ejemplo). Estos pasajes convierten la novela en un torrente irregular, desbordado.

Un tema presente en muchas de las novelas de Philip Roth es la vejez, con la decrepitud final y la proximidad de la muerte; en este libro, el determinante carácter sexual del protagonista, sexo deseado de forma obsesiva y trágicamente insatisfactorio en ese horizonte de declive físico, añade un sentido esperpéntico y patético al personaje. La depresión y el balance final de su propia vida también serán decisivos en sus actos tras la muerte de su amante Drenka.

El genio de Philip Roth lo encontramos en su mirada y en el análisis del ser humano que retrata y, particularmente, en la especial forma de exponerlo: entre otros aspectos, su estilo sarcástico y demoledor que recorre todo un espectro que va desde la frialdad a su fino humor, la desesperación provocativa o crítica, o su amor por el prójimo. De todas formas, Roth no esconde su ego y valoro su desnudez expositiva, indirecta, a través de sus personajes (salvo el directo testimonio en "Patrimonio: una historia verdadera").

Algunos pensamientos procaces del protagonista pueden crear malestar en algunos lectores, Sabbath es un personaje incómodo, egoísta, decrépito, siempre amoral y con el objetivo de disfrutar de la vida a través del sexo sin importar los límites de la decencia. Recordemos que cuando se embarcó como marino, en su adolescencia, eligió la ruta más famosa por sus burdeles...

El final de la novela en tres escenas encadenadas deja un sentimiento de desasosiego impecable: el cementerio donde está enterrada su familia en el que Sabbath busca comprar su propia tumba (en un diálogo surrealista con el enterrador); la visita a su primo Fish, que acaba de cumplir cien años, en un retrato sórdido de un hogar abandonado, sucio y propio de un anciano que quiere vivir solo; y el recuerdo de la agonía de Drenka, de una luminosidad descarnada.

"El teatro de Sabbath" es una novela dura, compleja y perturbadora, es una de las mejores creaciones de este genial escritor.

Editorial: Alfaguara

Páginas: 501

Editorial: Alfaguara

Páginas: 501