La vegetariana (2007) de Han Kang
LITERATURA
Lo insólito no es sólo que tengamos una novela coreana traducida al español, el relato obsesivo y turbulento es también insólito, además de inquietante. No importa que se diluya al final, que la normalidad y la derivación metafísica tomen un giro en la historia. El libro ya nos ha provocado emociones suficientes.
Antes de contar algo del argumento, deciros que la novela no va sobre la filosofía vegetariana aunque la protagonista lo sea, no va de feminismo aunque el machismo del marido y del padre sea aplastante, no va de sexo aunque la sensualidad de algunas escenas nos provoquen algunas reacciones... Es todo eso pero ante todo es la historia de una obsesión, o varias, llevadas al límite. Desvelaré lo menos posible.
La vida de Yeonghye está contada a través de otros, ella sólo nos habla fugazmente narrando sus horribles sueños. Son tres relatos, tres capítulos que, de forma cronológica, nos llevan por la tortuosa y original historia de esta mujer.
El marido es el primer narrador y conocemos los hechos desde sus límites egoístas, corta comprensión y descarado machismo. Un hombre que sólo buscaba al casarse una mujer que no destacara en nada, sobre todo no por encima de él y que cumpliera con las sencillas obligaciones del ama de casa. Todo cambia cuando ella decide no comer carne y se convierte en una vegetariana estricta que la va llevando a un estado de delgadez preocupante. Los cambios no sólo serán físicos, poco a poco dejará de hablar, se convertirá en una sonámbula. Su familia intentará intervenir con escasa fortuna...
En el segundo capítulo, "la mancha mongólica", nos encontramos con la historia del cuñado de Yeonghye, un artista frustrado que siente una obsesión sexual por ella. El cambio de estilo, indirecto y expositivo, produce una ruptura con la primera parte que nos deja descolocados. El personaje no interesa demasiado, egocéntrico y soberbio, su búsqueda de la gran obra del videoarte despierta poco interés hasta que poco a poco se desarrolla la idea del artista (los cuerpos desnudos pintados con vegetales) y el relato llega a una sensualidad y erotismo fascinante.
El tercer capítulo, "los árboles en llamas", es la hermana de Yeonghye el hilo conductor que nos llevará al desenlace.
La soledad de Yeonghye es desoladora: una mujer a la deriva, acosada por la familia que la rodea, incluso por los que intentan ayudarla, explotada en su horfandad trágica que, en la espiral de su obsesión patológica, sigue un camino inexorable hacia la anulación como persona y conjunción con la naturaleza. Una historia vital que resultaría poética o filosófica si no tuviera las consecuencias que conlleva. Una metamorfosis que provoca escalofrío.
Han Kang tiene una gran capacidad para transmitirnos emociones utilizando un lenguaje directo, claro, atento a los detalles que nos hablan de los sentimientos de los personajes, sin necesidad de adjetivaciones innecesarias, muy visual y descriptivo. La sensibilidad del arte y la naturaleza no es ajena a esta cruda historia, forma parte de esta sociedad que está cambiando a la modernización sin perder del todo sus raíces.
La autora nos retrata también la sociedad machista y aniquiladora que no ha cambiado a pesar de la apertura globalizadora que ha sufrido Corea del Sur: la estructura familiar tradicional permanece. Han Kang nos acerca a esa realidad a través de personajes, de una historia extrema, sin perderse en la pura crítica social anuladora de la narrativa.
"La vegetariana" es una novela perturbadora que no dudo en recomendar. Habrá que seguir leyendo a esta interesantísima escritora. Se han traducido al español otras dos novelas "Blanco" y "Actos humanos", en la misma editorial.
Editorial: Rata
Páginas: 223
