Nostalgia 2175
"Nostalgia 2175" es una obra de ciencia ficción que recurre continuamente a la narración para contar una historia que no llega a interesar.
Nos encontramos en el siglo XXII. La Tierra sufrió hace más de cien años un colapso en el que desaparecieron los animales y la vegetación, la temperatura llegó a 60º. El hombre ha creado espacios artificiales, no puede exponerse al exterior sin quemarse, su piel se ha deteriorado y no puede estar en contacto con nada, el simple roce provoca dolor. La procreación se consigue por medios artificiales, de forma natural es una rareza: sólo nueve mujeres quedaron embarazas desde el colapso, todas las que lo llevaron a término murieron salvo una.
La última embarazada es Pagona, una mujer que nos contará su historia que oscila entre el amor del tierno novio que trabaja en la misma empresa y su relación con el jefe que la ha dejado embarazada. Ella quiere seguir con la gestación y se dirige a su futuro descendiente...
La historia está muy fragmentada en breves escenas, casi todas de carácter discursivo. Tres actores en un escenario vacío, algún taburete y una proyección que refuerza, mediante el dibujo, la narración del actor. La obra transcurre por muchos espacios debido a esa fragmentación y requiere que el espectador use su imaginación. La entrega de los actores consigue que no sea difícil conseguirlo y, por otra parte, la frialdad del mundo retratado favorece ese espacio vacío.
Las situaciones de estrés se desarrollan con un discurso rápido y entrecortado de los actores que quita expresividad dramática y produce cierto agotamiento. Gran parte de los monólogos o diálogos se dedican a describir la situación actual del planeta y la adaptación ingeniosa de los seres humanos, cuando esto debería ser el marco, no el principal contenido. Además, los aficionados a la ciencia ficción detectaremos la poca originalidad de lo descrito, los lugares comunes. Los elementos más específicos y que se pueden prestar a mayor interés, como el problema del contacto humano y la incertidumbre del embarazo, son tratados como un problema social y no individual, por lo que el interés decae pronto. La escasa entidad de personajes y la profusa narración ahogan cualquier posibilidad de profundización dramatúrgica.
Hay algún momento poético en el texto que se subraya con la proyección, un apoyo que resulta efectivo. Ocurre lo contrario con la música, que ensordece y distrae de la acción o del discurso de la obra.
La entrega y entusiasmo de estos actores no justifica el acudir a ver una obra de nulo interés.
Texto: Anja Hilling
Dirección e intérpretes: Felipe Muñoz, Clara Oliver, Chema Risko
Iluminación: Ingrid Schramek
Animaciones: Iria Rodríguez
Música: Iñaki Simón García
Producción: Asociación Endaiak
Teatro: Sala Off La Latina Noviembre de 2019 y febrero de 2020
Duración: 80 minutos
