Silencio
Blanca Portillo nos deja sin palabras en "Silencio". Un monólogo brillante, texto e interpretación de alto voltaje.
"Silencio" es una obra que tiene como origen el discurso que Juan Mayorga pronunció en 2019 al ingresar en la Real Academia Española. A partir de sus reflexiones sobre la palabra, el silencio y el teatro, crea un monólogo que interpela a los miembros de la academia y al público.
La soberbia interpretación de Blanca Portillo nos deslumbra mientras las palabras, el texto de Mayorga, nos llega a lo más profundo de nuestro amor por el teatro, las palabras y el imprescindible silencio. Múltiples reflexiones sobre ese vacío que es el silencio pero que está lleno de diferentes significados y ricos matices. Todo contado e interpretado como si fuera un encuentro con otras personas que comparten esos hallazgos, esas inquietudes, la seriedad mezclada con la celebración y el juego.
Blanca Portillo nos deleitará con algunos ejemplos del uso del silencio en el teatro, interpretando un fragmento de las obras: "Antígona" de Sófocles, "La casa de Bernarda Alba" de García Lorca, "El jardín de los cerezos" de Chejov, "La vida es sueño"...
No me pareció necesario que en esta sucesión de representaciones fragmentarias se incluyera también alguna novela como "Los hermanos Kamarazov", puedo entender la mención del Quijote por ser Cervantes o La Ilíada por ser el primer gran texto de nuestra cultura occidental, pero el teatro es suficientemente amplio para haber encontrado más ejemplos del maravilloso uso del silencio.
La actriz, en el papel de un hombre serio, interpela a Mayorga cuando encuentra alguna parte de su discurso demasiado farragosa o puntos de vista que no comparte. Nos dice "Mira que le dije que quitara esta parte..." Estos momentos de autoficción se intercalan de forma inteligente para dar pausa a la exposición de ideas, abandonar la seriedad y profundidad de lo contado y dar un toque de humor con alguna exagerada actitud interpretativa. El público responde con risas o medio aplausos. Desde mi punto de vista era innecesaria la leve sobreactuación (ceja levantada, manos en bolsillos, interpelación jocosa al público) pero no hace daño a la magistral exposición que estamos disfrutando.
También hay un momento para estar cuatro minutos y treinta tres segundos en silencio (móvil en mano) en homenaje a una pieza famosa de John Cage. No sólo es un juego al que enfrentar al público, es una constatación del tiempo que encierran algunos silencios.
En el escenario vemos las sillas del salón de actos, una pantalla, el marco de un cuadro (se supone que contiene el retrato de Cervantes) y unas mesas. Colores claros (blanco, ocre) predominantes sobre fondo negro (ropa incluida): la desnudez del escenario acompaña al discurso desnudo.
La magia del teatro surge cuando la actriz / el actor es un demiurgo que hipnotiza al público a través de su ser, la palabra... y el silencio.
Texto y dirección: Juan Mayorga
Intérprete: Blanca Portillo
Escenografía y vestuario: Elisa Sanz
Iluminación: Pedro Yagüe
Sonido: Manu Solis
Ayudante de dirección: Viviana Porras
Producción: Avance Producciones Teatrales y Entrecajas Producciones Teatrales
Teatro: Teatro Español
Duración: 95 minutos
