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Una novelita lumpen (2002) de Roberto Bolaño



Un relato que parece una novela que Roberto Bolaño no ha terminado de desarrollar. Escrito con frescura, tiene el suficiente interés para leerlo.






Es la historia de Bianca y su hermano, unos adolescentes que se quedan huérfanos tras un accidente de coche en el que mueren sus padres. Ella empieza a trabajar en una peluquería y él en un gimnasio. A su hermano le gusta alquilar películas pornográficas y a ella bucear en los videoclubs. Una noche Bianca se encuentra al llegar a casa que su hermano ha invitado a dos extraños amigos, un boloñés y un libio, unos jóvenes poco habladores. Pasan el tiempo viendo concursos de televisión todos juntos. Un día se les ocurre un plan para salir de la mala situación económica, uno de esos planes que surgen de mentes con poca imaginación y pobres aspiraciones: robar a un viejo actor que vive en un caserón.

La protagonista nos cuenta esta historia de su pasado, una breve etapa de su vida, casi una anécdota, cuando ya está casada y es madre.


Roberto Bolaño nos dibuja una protagonista, la propia narradora, ambigua, con sus zonas grises, con una ausencia de análisis personal que le permite dejarse llevar sin sentimientos de culpa, sin cuestionar sus actos; vivir el presente sin importar nada, un día a día que arrastra un estado de ánimo cargado de tristeza; en definitiva, un personaje que refleja a muchos jóvenes de la sociedad actual, supervivientes a los que nada estimula, que hacen planes en el aire pero viven en una rutina que les hace la vida más cómoda aunque llena de insatisfacciones. El personaje del hermano no tiene mucha entidad (está más descuidado, es el complemento de ella) pero sus amigos, aunque indefinidos, son el contrapunto que genera una atmósfera cargada de tensión.


En este relato no pasan muchas cosas pero Bolaño sabe despertar interés en el lector con un estilo directo pero sutil, en el que nos cuenta más de lo que aparenta, en el que las observaciones de la protagonista resultan curiosas, originales, a veces cargadas de ironía despectiva: "Me gustaban las películas de amor (que casi siempre me hacían reír)", "yo no soy una puta, fui una delincuente, pero no una puta"; en relación a Maciste, el viejo actor, dice "lo vi desnudo, enorme y blanco y parecido a un frigorífico estropeado". Pero, por otra parte, la protagonista se pierde en fantasías o narraciones de sueños que no terminan de integrarse en el relato y acaban siendo un lastre.


Esta novelita contiene la sabiduría narrativa de Roberto Bolaño aunque no logre alcanzar la dimensión necesaria, queda a medio camino entre un cuento que se ha alargado y un capítulo de una novela que debería ser más amplia. Es una anécdota extendida innecesariamente que, a pesar de todo, tiene interés.



"Una novelita lumpen" fue publicada pocos meses antes de la muerte de Roberto Bolaño (posteriormente apareció "2666") y no hubiera sido un final digno de su talento y creatividad.


Editorial: Penguin Random House Grupo Editorial. Debolsillo

Páginas: 89

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