Voltaire
Voy a ser claro desde el principio, no me suele interesar el teatro de Juan Mayorga; soy consciente de la herejía, pero así los adictos pueden pasar de esta crítica. A pesar de esta afirmación, insisto en ir a ver obras donde Mayorga deja su impronta ¿volveré a reencontrarme con él? Quedé fascinado por "La paz perpetua" hace ya muchos años.
Esta obra es un proyecto escénico de Teatro Urgente, impulsado por Ernesto Caballero (director) y Karina Garantivá (también protagonista de "Voltaire"), y se basa en tres piezas de "Teatro para minutos" de Mayorga.
El tema que une los tres diferentes textos de esta representación es la tolerancia y lo intolerable, con Voltaire como figura filosófica de referencia, en un debate entre los actores que intervienen.
La primera parte empieza con una narración (el habitual teatro narrativo de Mayorga) que, en esta ocasión, es una bella fábula, un cuento con su parábola abierta a interpretaciones: un anillo pasa de generación en generación al hijo predilecto del padre hasta que una vez un padre quiere por igual a sus tres hijos... Karina Garantivá nos transmite la belleza del relato con su voz cálida y sus gestos convirtiéndose en una entregada cuentacuentos que encandila a los oyentes. Y acaba el magnetismo (y lo mejor de la obra) cuando Karina y Pablo Quijano entablan una discusión (sin pulso, desganada) sobre las posibles interpretaciones de la parábola, sin dejar nada a la imaginación del espectador (esa costumbre de masticarnos como a niños cualquier posible complejidad de lo expuesto). Pablo Quijano es un joven intérprete que no consigue dar credibilidad a su postura, tampoco ayuda que nos diga que no conocía a Voltaire hasta ahora (fallido mimetismo con el posible público ignorante) y, por si fuera insuficiente, Karina le dice a Pablo que habla como el mismísimo Voltaire (en fin...)
No será la única guía interpretativa que tendremos que sufrir y otra vez siento como si me encontrara en un teatro universitario y formativo.
En la segunda pieza entramos en uno de los más queridos temas de Mayorga: la cartografía (recuerdo aquella aburrida obra narrativa, sin apenas dramaturgia, llamada "El cartógrafo"). La interesante idea es más simple de lo que parece y alargar el tema, que daba para unos apuntes, provoca el cansancio: un cartógrafo realiza por encargo todo tipo de mapas utilizando los datos más variopintos que le piden sus clientes, sin cuestionar nada.
En la tercera pieza, una alumna ha elegido una obra de Voltaire como proyecto fin de curso y la tutora quiere que la cambie. Entre profesora y alumna se abre un sutil debate que nos enfrenta a la intolerancia y a la censura en el teatro y en el mundo universitario.
La dirección de Ernesto Caballero es poco efectiva, ha preferido dejar expuesta la desnudez del relato y del diálogo (nada que decir) pero ha fallado al no lograr la necesaria vitalidad en los debates entre actores para provocar algún interés; lo único que tengo claro son las indicaciones que ha dado a los actores para que vayan moviendo y recolocando las sillas rojas durante toda la función sin ningún sentido (sorprende este pobre y manido recurso en un director de esta categoría).
El nivel interpretativo de los actores ha sido muy desigual y ha destacado, sobre todos ellos, Karina Garantivá.
"Voltaire" es un experimento urgente fallido que consigue interesar en algunos momentos y aguanta bien por la diversidad de relatos y la escasa duración de la obra.
Dramaturgia: Juan Mayorga
Dirección: Ernesto Caballero
Intérpretes: Tábata Cerezo, Alberto Fonseca, Karina Garantivá y Pablo Quijano
Asesoría en la interpretación: Fernanda Orazi
Ayudante de dirección: Nanda Abella
Iluminación: Paco Ariza
Producción: Teatro Urgente. Residencia en teatro Galileo.
Teatro: Quique San Francisco
Del 7 de octubre al 7 de noviembre de 2021
Duración: 75 minutos
