Comedia fallida
Una vez más, el título refleja de forma precisa el sentido de la obra (como destino trágico, hace unos días me ocurrió también con La cocina). Es una comedia fallida. Una obra alejada de la línea habitual de Carlos Be y esperemos que no repita.
Confieso que soy un defensor del teatro que hace Carlos Be, inquietante, demoledor, buscando los límites del ser humano para volcar la mirada sobre nosotros mismos. En mi memoria quedan "Añicos", "Peceras" o "Amén", las más recientes. Pero al mismo tiempo que admiro su dramaturgia debo de ser honesto y no aplaudir cualquier obra que escriba. La perspectiva de opiniones disidentes es buena para el autor, permite una reflexión y una valoración respecto a lo hecho (se esté de acuerdo o no) y respecto a la creación futura, que es lo más importante.
Comedia fallida es una obra de ciencia ficción. El estado controla a los seres humanos eliminando lo que considera errores y, para conseguirlo, los individuos son tutelados y vigilados por unos humanoides. El estado es el poder que todo lo vigila. El amor, la risa, todo lo que puede alterar la tranquilidad y armonía de la perfección, es prohibido y borrado de las mentes. Incluso la relación sexual con fines procreativos es indirecta. El problema surge cuando los humanos a veces recuerdan y los humanoides a veces se convierten en autónomos.
El argumento está lleno de los tópicos del género sin ideas innovadoras, con algunos de los defectos que suelen lastrar como los diálogos pseudotécnicos: cielos de plasma, Blank System... Lo peor es el rancio sentido del humor de casi todas las escenas y el aburrimiento que te va aplastando cuando se supone que los originales números deberían divertirte. En algunas escenas originales se vislumbra el talento provocador habitual de Carlos Be: el inicio de la obra con la escena de seducción del humanoide con la aspiradora y la relación sexual de los dos humanos. Hubo gente que no paró de reír a lo largo de la obra pero las escenas eran pobres en imaginación. El número de los enamorados en la proa del Titanic u otros parecidos es más propio de otro tipo de espectáculos, como muchachada nui.
Lo más interesante que he visto en esta función es el vestuario y el look retro de series B de ciencia ficción de los años cincuenta. Encantadores los trajes metálicos y las transparencias que se proyectan y van titulando los actos de la obra.
Con muchas ganas de ver la próxima y diferente propuesta de Carlos Be y poder volver a aplaudirle con entusiasmo.
Autor: Carlos Be Director: Juan Ceacero Intérpretes: Helena Lanza, Fernando Delgado, Pedro Ángel Roca, Fabia Castro Decorado y vestuario: Paola de Diego Iluminación: Alfonso Ramos
Teatro: Sala Cuarta Pared 15 de diciembre de 2016
