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Juicio a una zorra


Helena de Troya, conocida también por otros apelativos como Helena la zorra, aparece ante una mesa llena de botellas de vino y copas. Es una de las mujeres más detestadas: su fuga con Paris desencadenó la guerra de Troya, un hecho que no se le ha perdonado. Helena quiere que ahora la juzguemos, el público, después de oír su versión de los hechos.







Vemos una Helena que está desgastada por el tiempo, el alcohol y la historia, que la ha maltratado sin piedad. Quiere hacer un ajuste de cuentas con los hombres que han pasado por su vida y la han explotado: Zeus, su padre, Menelao, su marido, Agamenón o, incluso, Paris y los troyanos.

La explotación de Helena es la explotación de la mujer a lo largo de la historia. Vendida, sometida sexualmente, incomprendida cuando rompe convencionalismos... El mérito en el hombre se convierte en el pecado de la mujer.


Miguel del Arco reescribe el mito clásico en un monólogo apasionado, desgarrador. Es un gran texto. El drama del personaje está expresado con veracidad, consigue un perfecto equilibrio entre el dramatismo, la suave y amarga ironía con toques de humor y el recuerdo sentimental (de su único amor). Los excesos, los gritos, dejan paso a una más serena reflexión, a veces llena de indiferencia, casi derrota, o a la chanza irónica. Las copas se van bebiendo, las pausas permiten el respiro al drama, evitando un exceso emocional. Una catarsis que nos llega, que entendemos, por la humanidad de la protagonista.

La obra nos habla de todos los personajes que pasaron por su vida, sin darnos la sensación de una clase erudita de mitología (muchos autores fracasan en ello). El lenguaje utilizado es directo, actual, a veces soez, cuando el personaje necesita liberarse. Las palabras se ajustan al momento emocional del personaje. Y, por otra parte, el texto mantiene algo del espíritu de los clásicos.


Carmen Machi realiza una interpretación extraordinaria del personaje, domina la escena como sólo lo saben hacer las grandes actrices. Voz, gesto, cuerpo, expresión facial, todo lo vuelca para hacernos vivir esta Helena torturada por la historia. Impresionante.

En buena hora Miguel del Arco decidió escribir este texto para Carmen Machi. Una combinación que nos ha permitido disfrutar de una noche especial de puro teatro.


Dejo para el final un detalle de la representación que no me ha gustado: los focos que en algún momento iluminan al público y lo dejan ciego. Muchos se tuvieron que tapar los ojos. Y otro detalle en relación al texto, fuera de lugar desde mi punto de vista: "Troya rima con polla", innecesario. Nada hay perfecto.




Texto y dirección: Miguel del Arco

Actriz: Carmen Machi

Iluminación: Juanjo Llorens

Producción: Aitor Tejada

Productora: Kamikaze Producciones y Mamá Floriana

Teatro: Pavón Kamikaze

Reestreno

Duración: 60 minutos

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