Solitudes
Kulunka teatro nos llega al corazón con unas historias llenas de ternura y humor, sin palabras y tras sus máscaras. La emoción que provocan, nos sorprende. Su obra maestra fue André y Dorine.
Solitudes nos emplaza en el salón de un matrimonio anciano, observamos su rutina. Ella limpia y organiza la casa mientras él permanece abúlico frente al televisor. Observamos sus manÃas, limitaciones, intolerancias, peleas y muestras de cariño. Cuando la mujer fallece, el hijo y la nieta intentarán, con poca eficacia y poco interés, cuidar al viudo en sus primeros dÃas de soledad. Otros personajes irán apareciendo, como las prostitutas, el chulo o el joven ladrón, cada uno con su propia soledad.
Hay escenas llenas de genialidad, sobre todo en la primera parte. Suficiente con traer al recuerdo, por ejemplo, la partida de cartas en la que el matrimonio juega con desmedida pasión y, más tarde, la partida con la prostituta.
Kulunka trabaja de forma magistral el detalle expresivo del gesto y el movimiento del cuerpo, los brazos, las manos, para reforzar los sentimientos y pensamientos de estos personajes que se esconden tras unas máscaras de ojos abiertos que son rÃgidas y no hablan. Consiguen emocionar al espectador a través de este inmenso trabajo.
La historia es otro valor fundamental para llegar al espectador, nos enfrentan a situaciones y personas cercanas que todos hemos podido conocer. Hay mucho de filosofÃa de la vida, exposición de la fragilidad del ser humano, de su necesidad de ser amado y de su egoÃsmo. Para hacer más aceptable el drama de la vida, se acercan a la luz del humor, sin perder la sensibilidad.
En Solitudes se apuesta por un humor más desenfadado que en su primera obra, una búsqueda por provocar la risa aunque se rompa la continuidad de lo que se cuenta. Me he encontrado con dos tipos de historia, dos estilos distintos de tratarlas que provocan un cierto desequilibrio, una ruptura. Por ejemplo, la muerte de la anciana ocurre con la carcajada que nos ha provocado la situación anterior (roza el mal gusto) o la extraña banalización de la escena de las cenizas por las cuñas humorÃsticas. Por otra parte, los episodios de las dos prostitutas y el chulo, del robo y otros, quedan deshilvanados del argumento principal, aunque aporten otras soledades.
Solitudes es una experiencia teatral que hay que vivir.
Autor: José Dault, Garbiñe Insausti, Iñaki Rikarte, Edu Cárcamo, Rolando San MartÃn
Director: Iñaki Rikarte Actores: José Dault, Garbiñe Insausti, Edu Cárcamo
Música: Luis Miguel Cobo
Producción: Kulunka Teatro
Teatro: Fernán Gómez
13 al 29 de octubre de 2017 31 enero a 25 de febrero de 2018
Duración: 90 minutos
