La manada
La manada es un interesante drama turbulento que ocurre en una granja, en el desierto sudafricano, donde la sequÃa, el calor, el sexo, la sangre de los animales sacrificados, crearán una atmósfera asfixiante. Un hervidero de emociones en una familia de pasado y presente turbio.
En la granja familiar, dos hermanas se reencuentran. Una de ellas se quedó cuidando al padre hasta su muerte y después manteniendo, a duras penas, la granja junto a su marido. La otra hermana huyó hace mucho del ambiente opresivo y religioso del antiguo hogar, aunque su vida no ha ido bien con las parejas que ha tenido. El hermano también ha vuelto hace poco a la granja y trabaja junto a su cuñado con el ganado.
La hermana cocina mientras los tres hablan de sus vidas, del estado de la granja, de los padres, discuten, se recriminan hechos del pasado, pero también del presente. La relación entre los hermanos nunca ha sido fácil, hay muchos sentimientos encontrados.
Verduras, patatas, cebollas, carne... van cocinándose lentamente en la cazuela conforme vamos descubriendo el lado oscuro de sus vidas.
Daniel Dimeco es un dramaturgo que plantea propuestas inteligentes partiendo de premisas de drama psicológico, en un lugar hostil que marca a sus personajes.
Los diálogos, los actores y la dirección resultan convincentes en esta obra pero, mientras disfruto de este drama, hay un pensamiento que no desaparece: sobre el papel estarÃa mejor, en escena no consigue la plena verosimilitud. Los hermanos se cuentan tantos hechos trágicos de sus vidas en la cocina, mientras se está haciendo la comida, que no podemos asimilarlos con normalidad. Aunque las circunstancias les ha llevado a perder el contacto en los últimos años, tanta tragedia contada no consigue convencernos.
Se suma a la sensación de relato excesivo una escena sexual entre hermanos, mientras la otra sigue cocinando hasta que decide intervenir. La escena está justificada después, pero no termina de digerirse.
Desde mi punto de vista la obra mejorarÃa mucho si la acción del drama se desarrollara en un espacio temporal más prolongado.
Poder ver teatro en un lugar como esta cocina de La Puerta Estrecha, tan cerca de los actores, nos permite disfrutar de la obra como espectador privilegiado, casi en contacto con esa otra realidad. Nos recuerda a las experiencias de La casa de la portera.
Un detalle que se deberÃa haber controlado en esta función es la posición de espaldas de los actores, fácil de evitar si se utilizaran más los otros lados de la mesa.
La manada es una obra muy interesante que tiene los suficientes alicientes como para ir a verla uno de estos sábados al mediodÃa.
Texto y dirección: Daniel Dimeco
Interpretes: Raquel Domenech, Roksana Nievadis y Rudolfo Sacristán
Producción: Karoo Teatro
Teatro: La Puerta Estrecha
Duración: 80 minutos
