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El primo Basílio (1878) de Eça de Queirós


Hay que disfrutar de los clásicos con regularidad, cargar energía en las fuentes originales de la novela, disfrutar de la gran literatura del s.XIX. Recuperar alguna obra maestra que todavía no has leído.

Me parece increíble que haya tardado tanto tiempo en leer un libro tan maravilloso como El primo Basílio. Está claro que no siempre seleccionas bien las prioridades en la lectura. El azar hizo que afortunadamente Nando López me recomendara este libro.





La novela nos narra la historia de amor y descenso a los infiernos de la protagonista con pulso firme, llena de matices y, al mismo tiempo, con tal riqueza de personajes que nos dejamos llevar por muchos de ellos. Sin desviarnos de la historia, el autor nos hace un retrato fiel de la sociedad de aquel tiempo (burguesía, servidumbre, política, medicina, cultura... hipocresía, racismo, machismo, corrupción, egolatría, ambición...). Su observación está cargada de ironía.

Las costumbres habrán cambiado pero los motivos que mueven a las personas permanecen y Queirós nos refleja en nuestros deseos y contradicciones.


La acción se desarrolla en Lisboa. Luísa es una joven acomodada burguesa casada desde hace varios años con Jorge, ingeniero de minas. Este debe viajar por trabajo y estará varios meses fuera de su casa por primera vez. En su ausencia aparece el primo Basílio, amor de juventud, que ha recorrido mundo tras hacer mucho dinero en Brasil. Basílio se propone seducir a su prima. Luísa mantiene una relación estrictamente familiar, pero va cediendo paso a paso al flirteo de Basílio y al final, plenamente consciente, será infiel a su marido. Su vida se complicará al tener que mantener las apariencias, sortear las amistades y el círculo de su marido, los vecinos del barrio atentos a todo lo que ocurre y, por si fuera poco, sufrir el acoso de una criada que intentará medrar a costa de su odiada ama.

El argumento puede parecer convencional pero el tratamiento irónico con el que retrata la sociedad y los personajes, la mirada del escritor, convierten el libro en una obra original.

El primo Basílio fue escrito (1876-77, publicada en 1878) por Eça de Queirós después de Madame Bovary (1856) y Ana Karenina (1875-1877), y tenía muy claro que no iba a repetir fórmulas. Queirós ya estaba formado como autor y tenía su propia personalidad e ideas respecto a lo que quería escribir.



Desde el inicio de la novela Queirós nos va dejando indicios de lo que va a ocurrir: la relación de la pareja aburrida, dentro de un marco convencional aceptado, en el que la mujer no tiene voz, nos sitúa en un matrimonio fácil de resquebrajar. Luísa recuerda, tras la lectura de La dama de las camelias, que su primo ha llegado a la ciudad y 'una sonrisa morosa le dilató los labios rojos y llenos'. El autor nos deja otra pista cuando en la reunión de amigos del marido, Ernestinho cuenta que está escribiendo un drama sobre una infidelidad...

Luísa se va a enfrentar a la atracción que irradia la persona que ha visto mundo y ha vivido la aventura de la vida, como su primo, en comparación a su propia vida, acomodada pero aburrida y carente de libertad.


Los diálogos, con su aparente sencillez, reflejan con certera visión, como un bisturí, las relaciones humanas. El resumen que hace del noviazgo y declaración de Jorge es brutal: "él le dijo nos casamos, ¿eh?" y ella piensa, después de decirle que sí ¡Qué alegría, qué descanso para mamá!


Los personajes están muy bien perfilados pero, al mismo tiempo, estos evolucionan y presentan sus propias contradicciones, consiguiendo dar a la novela un retrato muy humano y realista.

Luísa es una mujer que sufre todo un gran torbellino de emociones y pensamientos contrapuestos: remordimiento, placer, rabia, miedo, felicidad, impotencia, ilusiones y crudas decepciones. Es una mujer rica y aburrida, inactiva, encerrada en su casa, en el amor tranquilo de su marido. El único soplo fresco que entra en su vida son las aventuras licenciosas que su amiga de la infancia le relata (una amistad que le prohíbe su marido) hasta que ella tiene acceso a las aventuras que ha vivido su primo, hasta que se siente libre al salir de casa y, dejándose llevar por la necesidad de emociones, ella misma se atreve a disfrutarlas.

Basílio es presentado como un voraz depredador desde el principio, un individuo que busca aprovecharse de las mujeres con el objeto de pasar un rato agradable.

Juliana, la criada, es uno de los perfiles psicológicos más ricos de la novela. Siente envidia y odio hacia las personas a las que sirve, aunque sabe encubrirlo con una sibilina hipocresía. También es capaz de ejercer su tiranía cuando tiene el suficiente poder, entonces resulta aterradora. Al mismo tiempo, es una mujer desgraciada incapaz de adaptarse a su trabajo de criada y es consciente de la miseria en la que caerá cuando ya no sea útil. (Los comentarios despiadados de los burgueses y su forma inhumana de tratar a la servidumbre nos reflejan su mezquindad). El personaje de Juliana da vitalidad a la novela y sirve de contrapeso a la pusilánime Luísa. En ocasiones es la protagonista y, desde luego, uno de sus mayores atractivos.

Sebastiao es el fiel y gran amigo de la familia, discreto, honesto y secretamente enamorado de Luísa. Es el único personaje íntegro de la novela.

Uno de los puntos humorísticos del libro gira sobre la relación que mantiene doña Felicidade con el Consejero, enamorada ella hasta el desmayo, huidizo él hasta la descortesía. No tiene desperdicio.


La novela está llena de momentos sobrecogedores como el duelo entre Luísa y la criada, la llegada a la habitación de los amantes, los comentarios despreciables de sus personajes...


Queirós es duro al describir, sin contemplaciones, la sociedad y sus personajes. Es un narrador que juzga y critica desde la aparente neutralidad.

La descripción del barrio y los vecinos es un ejemplo: "carota trigueña de cuarentona cebada y establecida", "el talón sucio del calcetín le asomaba por la pantufla bordada con abalorios y con insolencia hacía audibles sus mucosidades crónicas".

El Consejero hace un comentario "¿Qué mayor placer ( ) discutiendo sobre los asuntos más importantes en erudita charla?... Los huevos parecen excelentes."

Comentarios de doña Felicidade respecto a la criada: "Lo que tienes que hacer es prescindir de ella. ¡Una criada con semejante enfermedad! ¡Si hasta puede reventar mientras le sirve un vaso de agua a alguien! ¡Qué horror!"

La ironía de la aparente intrascendencia del subtítulo ya nos indica la sutil intervención del autor en el lenguaje de las apariencias: El primo Basílio. Episodio doméstico.


No me extiendo más en la crítica y dejo muchos temas en el tintero, es un texto que puede dar para un ensayo.



El primo Basílio es una obra maestra y un clásico de la literatura portuguesa que todo el mundo debería leer.


Editorial: Pre-Textos

Páginas: 523



José Maria Eça de Queirós (1845-1900) es un autor que ha escrito excelentes novelas. Os recomiendo La ilustre casa de Ramires y la novela corta Alves y Compañía.

Tengo pendiente de leer uno de sus más famosos libros: Los crímenes del padre Amaro.




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