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Si no te hubiese conocido


Si no te hubiese conocido es una comedia romántica que sobre el papel podría funcionar y ser un gran éxito. La función dirigida por el propio autor del texto, no funciona.



Eduardo (Unax Ugalde) está felizmente casado con Elisa (Marta Hazas) desde hace más de 20 años, tienen dos hijos, una situación acomodada. Por la noche, en la terraza y ya solos, comentan las incidencias habituales de cualquier pareja, recuerdan y discuten acerca de la primera vez que se conocieron: en una boda, siendo niños. Eduardo tiene una reunión de trabajo al día siguiente y la convence para que ella lleve a los niños al colegio... En un accidente de coche mueren y se culpa. Sus amigos intentan apoyarlo. Si no hubieran sido las cosas así, si hubiera universos paralelos donde la historia fuera diferente... Ensueño o realidad, pasado o futuro se combinan para que la historia de Eduardo cambie, no se conozcan durante la universidad en una prueba... pero siempre volverán a cruzarse, a enamorarse.


Contada la historia de esta forma, tiene su encanto. La realidad os frustrará. Hay momentos que se repiten, con variaciones. Al principio tiene su interés, dos o tres veces, luego agota. Algunos de los encuentros están mal desarrollados, son abruptos incluso sin demasiada lógica emocional (el encuentro en el piso cuando han descubierto que sus parejas les son infieles, por ejemplo). El juego de fechas y variantes se sigue bien pero la historia se va agotando no sólo por las repeticiones, sino por dibujar unos personajes que no tienen entidad y no cambian.

Los problemas no se reducen a la historia, los actores se han aprendido sus papeles pero están muy lejos de haberlos interiorizado. Sorprende que un actor como Unax Ugalde suelte diálogos como si de un recitado rápido se tratara y tenga problemas de vocalización. Óscar Jarque defiende mejor su papel, con más naturalidad. No puedo decir lo mismo de Marta Hazas y Ana Cerdeiriña. No hay química entre los actores y, por si fuera poco, la dirección no facilita la complicidad entre ellos: gran parte del diálogo se hace cara al público. No podemos llegar a creernos un texto que habla de sentimientos y los actores no se miran. Esta técnica se utiliza a veces, desafortunadamente, en ópera para que llegue la voz al público; en una puesta en escena, en una sala tan íntima, carece de sentido.


La escenografía dificulta el desarrollo de la dramaturgia. Nos encontramos con un estrecho y largo pasillo con una tela blanca utilizada para proyecciones. En el pasillo hay dos sillas blancas colocadas hacia el público en muchas ocasiones, y alrededor de estas sillas giran las escenas románticas y dramáticas.

Caen las telas para mostrar un gran banquete de bodas bajo tres carpas, un espacio sobredimensionado en el que los cuatro actores se mueven.


Si no te hubiese conocido no habría perdido el tiempo y habría visto otra obra.

Texto y dirección: Sergi Belbel

Intérpretes: Ana Cerdeiriña, Marta Hazas, Óscar Jarque, Unax Ugalde

Escenografía: Max Glaenzel

Ayudante de dirección: Antonio Calvo

Vestuario: Lupe Valero

Iluminación: Kiko Planas

Producción: Centro Dramático Nacional y Octubre Producciones

Teatro: Valle-Inclán Sala Francisco Nieva

6 de abril a 6 de mayo de 2018

Duración: 100 minutos

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