Sobre padres e hijos

Sobre padres e hijos es una obra que intenta encajar el argumento de Turgueniev de finales del XIX con la época actual. Para ello, combina elementos, lenguajes, incluso vestuario, de ambas épocas con un resultado extraño. El debate generacional lo entremezcla con el debate político de estos días en un contexto clásico. El resultado no termina de funcionar. La obra está en un proceso no cerrado de construcción por lo que las decisiones futuras pueden mejorarlo.

Jorge vuelve por vacaciones a la casa de sus padres junto a su amigo de la universidad, Antonio. La convivencia entre los jóvenes y el padre no resultará fácil desde el inicio, las ideas políticas y sociales serán irreconciliables y las discusiones frecuentes. Antonio conoce allí a Ana, una joven amiga de la casa, de la que se enamora a pesar de sus diferencias. El ambiente se hace irrespirable y los dos jóvenes deciden hacer una visita a los padres de Antonio. Aquí también surgirán conflictos generacionales.

Las representaciones de la compañía estable de Guindalera siempre cuentan con un sello de calidad: dirección inteligente de Juan Pastor, atenta a los detalles y respetuosa con el espíritu del texto; unos buenos actores, con María Pastor al frente; un escenario sencillo pero con todo lo necesario para introducir al espectador en la atmósfera... amor por el teatro que se transmite.

En esta obra están todos estos elementos pero pierde fuelle en el texto y la mezcla poco acertada de pasado / presente. Pierde interés en los diálogos de debate político, lleno de tópicos, y remonta vuelo en las escenas más íntimas. Pero, aún en estas, alguna resolución escénica, en pro de evitar un desarrollo clásico, rompe el álgido momento: en una escena una pareja se besa y ella, de pronto, se gira al público para contarnos lo que en ese momento cada uno debe de estar pensando. La reflexión del amigo acerca del amor que siente hacia su madre pero su incapacidad de conectar con ella cuando la tiene a su lado, es un ejemplo del camino que podía haber tomado esta propuesta.

La función está llena de fluctuaciones, no se decanta por un tono uniforme y la convivencia de estilos resulta forzada: una dirección clásica con todos sus recursos y un acercamiento contemporáneo que juega a romper el discurso narrativo de forma tímida. Un lenguaje del pasado con un lenguaje actual. Pagar con huevos una consulta médica y hablar con móvil... una falta de naturalidad que no terminaba de funcionar.

Por otra parte, las discusiones del padre liberal socialista, que va de sabio sobrado, con el arrogante amigo "podemita" y el hijo "convencido" plantean argumentos preconcebidos y tópicos. Me ruborizó la alusión a Chávez o la resolución final en la que el hijo vuelve al redil del negocio familiar cuando se libera de la influencia del amigo.

Antes de iniciar la función, María Pastor nos hace una introducción en la que nos dice, entre otras cosas, que el montaje nos plantea preguntas, no da respuestas. Algo innecesario, obvio en cualquier propuesta con cierto interés. También, entre escenas, nos recitará frases de pensadores que hablan del desequilibrio generacional, como Sócrates, por ejemplo. Tienen interés pero también su trampa: se escribieron cuando ya la juventud había pasado y el punto de vista es del sabio adulto. ¿Quiere decir esto que la verdad siempre recae en los mayores y los jóvenes están equivocados?

María Pastor, Margarita Lascoiti y José Maya trabajan tan bien como siempre. Me ha destacado la incorporación, al elenco habitual, de Antonio Lafuente, ante un difícil papel de joven airado que interpreta con gesto y contención admirables.

Una obra que resulta interesante, abierta todavía a muchas posibilidades pero que precisa de un debate más profundo en el planteamiento político y un estilo más enérgico en una dirección o varias, pero congruentes.

Texto: basado en la novela de Ivan Turgueniev

Dramaturgia y dirección: Juan Pastor

Intérpretes: María Pastor, Margarita Lascoiti, José Maya, Jorge Tejedor, Antonio Lafuente

Iluminación: Sergio Balsera

Producción: Guindalera Teatro S.L.

Teatro: Guindalera 11 de mayo al 4 de junio de 2018

Duración: 90 minutos