Último tren a Treblinka
Magnífica idea colocar al público dentro de un orfanato judío para vivir los momentos finales antes de ser evacuados a un campo de concentración. La sala Cuarta Pared se ha transformado en un espacio donde compartes escena con los actores: bancos, mesas y camas con literas forman parte de tu entorno.
La obra está basada en un hecho real. Los dos responsables del orfanato mantienen una actitud de aparente normalidad, de rutina sin cambios, a pesar del dramatismo de la situación. La ingenuidad de algunos jóvenes contrasta con la madurez de otros que han profundizado en la realidad que viven. Hay una función teatral prevista que no se suspenderá a pesar de la noticia de evacuación. Una función teatral llena de ingenuidad, que intenta mostrarnos la inocencia de esos niños o jóvenes.
La obra cumple su finalidad de mostrarnos el sinsentido del genocidio y consigue adentrarnos en el drama sin caer en un melodrama. En su intento de contención, evita incluso mostrar la desesperación esperable de esos niños que han perdido todo: solo nos muestra un caso, el resto parece no haber sufrido ningún trauma más allá de la situación actual. Algunas situaciones de falsa alegría también se resienten, hay un exceso de actitudes de "buenismo". Las historias de amor quedan solo esbozadas, se desarrollan de forma insuficiente por la brevedad del tiempo representado. Por otra parte, la escena donde los chicos hacen un juicio conforme a las reglas internas tiene la fuerza necesaria.
Los intérpretes son irregulares. Destaca la actuación de José Ramón Soroiz que encarna con exquisitez al héroe que se esconde detrás del hombre normal. Maiken Beitia, sin embargo, compone un personaje histriónico, una versión de soy la mejor persona del mundo y voy a parecer feliz para alegrar a estos niños. En los jóvenes actores encontramos algunos bastante creíbles y otros que precisan reciclaje.
En general, a pesar de los excesos que la perjudican y las irregularidades que contiene, es una obra que nos transmite una realidad del pasado reciente de una forma original.
Idea original y argumento: Ana Pimenta y Fernando Bernues
Texto: Patxo Tellería Dirección: Mireia Gabilondo
Intérpretes: José Ramon Soroiz, Eneko Sagardoy, Gorka Martin, Jon Casamayor, Kepa Errasti, Maiken Beitia, Mikel Laskurain, Nerea Elizalde, Tania Martin
Producción: Vaivén Produciones
Teatro: Sala Cuarta Pared Marzo 2018
Duración: 75 minutos
