Todas las noches de un día
Todas las noches de un día es un drama lleno de dolor, amor y pasión contenida, de una fuerza poética que nos emociona. Todas las noches de un día es un magnífico duelo interpretativo de dos grandes actores. Todas las noches de un día ha sido puesta en escena con la magia que inspiraban sus líneas.
Es una obra de arte delicada, excepcional.
Samuel es un humilde jardinero que se dedica a cuidar las plantas de un viejo invernadero aunque la dueña de la casa, Silvia, esté ausente. Obsesionado por preservar este rincón en el que crecen raras, delicadas y bellas plantas. Recuerdos, fantasmas, miedos y una historia de amor en el misterio de la noche, en un invernadero en el que se entrecruza el tiempo.
Samuel es un hombre sencillo, paciente, enamorado de la sofisticada Silvia. Siempre la espera trabajando en el invernadero, cuando ella regresa de sus noches desenfrenadas en las que intenta ahogar su vida. Comparten las plantas, el cigarrillo... él escucha, ella habla ocultando su dolor, evitando la herida. Fantasmas del pasado, tiempos de silencio y medias confesiones, impulsos congelados, un amor que calla... y la amenaza del exterior, la amenaza de romper ese mundo en el que los dos habitan juntos.
Todas las noches de un día es una historia llena de pasión, una obra poética, emocionante, sutil en el misterio que la envuelve y, sobre todo, es un duelo de sentimientos: amor, fragilidad, impotencia, rabia, dolor, comprensión, incomunicación.
Excelentes actuaciones de Carmelo Gómez y Ana Torrent, sensibles e intensos, como dos fuerzas que se mueven en el escenario que nos hacen respirar la tensión dramática, incluso en las escenas en las que no se miran, en los diálogos que se susurran al oído. Una interpretación desde el sentimiento, lo expresado y lo intuido.
La escenografía de Mónica Boromello y la iluminación de Juan Gómez-Cornejo, dos de los mejores profesionales en su campo, han logrado la atmósfera romántica y decadente que respiraba la obra. Los cristales del invernadero cargados de polvo, con las cristaleras de colores ya apagados, el banco solitario, la lluvia que resbala por el cristal, la luz cegadora de la excavadora que atraviesa el espacio íntimo del jardín, la iluminación cuidada y sutil de cada escena y personaje que envuelve la esencia del momento. Una simbiosis maravillosa.
El espacio del invernadero es el mundo de Samuel, las horas de espera y la devoción por las plantas, el amor, el recuerdo y la fantasía, su jaula y, también, el final. El espacio exterior siempre ha sido su enemigo, el lugar del que llegaba ella rota, extenuada, el lugar del que viene la amenaza, el policía inquisidor, la familia de ella que antes no existía, las máquinas que van a destruir la belleza construida en ese jardín.
El espíritu de la obra de Conejero encuentra en la dirección de Luis Luque su alma gemela. El director ha plasmado toda la complejidad de la estructura de la obra, con varios niveles de lectura, espacios escénicos y temporales, con sencillez visual. Era un difícil reto. Ha expresado en escena toda la poesía, la atmósfera y la relación tortuosa de los personajes, el choque de emociones, con mano enérgica y sensible. Fuerza expresiva en escena y exquisita dirección de actores que nos ha emocionado.
Todas las noches de un día es la mejor obra que he visto en mucho tiempo.
Texto: Alberto Conejero
Dirección: Luis Luque
Intérpretes: Ana Torrent, Carmelo Gómez
Ayudante de dirección: Álvaro Lizarrondo
Escenografía: Mónica Boromello
Iluminación: Juan Gómez-Cornejo
Vestuario: Almudena Rodríguez Huertas
Música: Luis Miguel Cobo
Producción: Pentacion Espectáculos
Teatro: Bellas Artes 21 de noviembre de 2018 a 6 de enero de 2019
Duración: 80 minutos
Luis Luque dirige aquí su mejor trabajo y lo digo cuando tiene excelentes direcciones en escena como la reciente Fedra de Paco Bezerra.
Un comentario en relación al texto de Alberto Conejero. Esta obra, como ocurre en otras de este dramaturgo, ha evolucionado desde la versión original publicada y ha realizado varias reescrituras. Confieso que me gusta más la primera versión editada, nos deja más sugerencias, hay menos detalles cerrados, la imaginación vuela más alto en una obra donde la poesía forma parte de ella.
