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Impulsos (BPM)


Una propuesta muy interesante que refleja los problemas que vivimos en la sociedad actual con la violencia y, al mismo tiempo, las limitaciones de la libertad creativa para exponerla. Una puesta en escena que recuerda a los ensayos experimentales de una escuela de formación teatral. Unas interpretaciones entusiastas que, salvo alguna excepción, no hacen creíbles sus representaciones.



Un grupo de jóvenes discute sobre el texto teatral que están ensayando. Autor e intérpretes debaten sobre diálogos que pueden herir la sensibilidad del público o sobrepasar los límites que la ley mordaza ha establecido y acabar en la cárcel o con la suspensión de la representación: la autocensura razonable y la censura impuesta, como parte de un debate vital. Para exponer las diferentes posturas de unos y otros, María Prado ha decidido con gran acierto que sean tres grupos de ensayo distintos que hablan al mismo tiempo y se interrumpen unos a otros. Así, dos autores y una autora discuten con el resto de sus compañeros, se superponen los argumentos y las acciones, hay un juego de posturas por encima de los personajes que pudieran representar. La exposición es confusa al principio pero conforme se desarrolla, si te dejas llevar, todo va aclarándose. El debate es apasionante.

Al finalizar esta primera escena, cada actor anotará, borrará, tachará, reescribirá el texto, de forma frenética, incluso iracunda, sobre folios, paredes, columnas...

En las siguientes escenas se representan diferentes episodios de violencia, a modo de microteatro, que se supone formaban parte de la obra u obras que estaban ensayando. Acoso escolar, machismo, violencia infantil... o el impulso violento que se reprime, ejemplos que intentan exponer de forma amplia el tema de la violencia que se aborda. Algunas escenas resultan más interesantes que otras en la forma de llevarlas, como es lógico en una obra de este tipo.

Con este resumen he querido dejar claro el gran interés que suscita la obra por abordar de forma amplia e inteligente la violencia en nuestra sociedad y, por otra parte, la forma original de plantear la dramaturgia.

Impulsos no termina de funcionar plenamente porque los actores realizan una interpretación llena de energía pero sin matices y con ciertas carencias. La primera escena exigía un trabajo impecable de interrupciones espontáneas y muchas veces se nota que están esperando decir su frase. Hay una atmósfera general de excesivo amateur que nos distancia de lo que vemos en escena.



Impulsos es una obra irregular pero muy interesante que lanza una mirada honesta a la violencia de la sociedad actual.

Texto y dirección: María Prado

Intérpretes: Beatriz Grimaldos, Rebeca Matellán, Luna Paredes, Fernando de Retes, Efraín Rodríguez, Alejandro Saá, Carmen Valverde

Escenografía y vestuario: Paola de Diego

Iluminación: Roberto Rojas

Ayudante de dirección: Eva Redondo

Producción: CDN

Un trabajo de investigación dramatúrgica del Laboratorio Rivas Cherif

Teatro: María Guerrero. Sala de La Princesa

1 de febrero a 3 de marzo de 2019

Duración: 65 minutos

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