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La medida exacta del universo


En el teatro off madrileño se pueden encontrar algunas maravillas como esta obra de Juan Jiménez Estepa que bucea en el significado, el vacío, la soledad... de nuestra vida cuando no se han cumplido nuestras esperanzas. Melancolía, humor y reflexiones se conjugan en este drama cargado de lirismo.


Cuando se llega a los cuarenta años y la vida no es como te la imaginabas, tienes dos opciones: seguir adelante o mirar hacia atrás. Lucas quiere hacer un viaje a Londres, la ciudad en la que fue joven, conoció a una chica y creó su mundo presente y futuro. No tiene claro qué va a encontrar, aunque todos sabemos, incluso él, que el pasado nunca volverá a ser presente, menos, futuro.


Para contarnos esa búsqueda vital del protagonista, con un montaje enérgico con remansos de introspección, se alternan escenas del presente y del pasado hasta que, de forma magistral, se mezclan los espacios temporales: bellísima la forma de plantear la escena cuando se acerca el Lucas actual a su yo del pasado, se tocan, se hablan, como en sueños / premoniciones.


Más allá de la mirada del protagonista hacia lo que fue su vida y es ahora, el planteamiento de lo que pudo ser y no se cumplió, nos asomamos a dos personalidades diferentes en la forma de entender y de ver la vida, dos polos, hombre y mujer, chico y chica. Vitalidad y melancolía, energía y pathos, pragmatismo y contemplación, en una combinación que nos acerca al torbellino de las pulsiones del alma humana en diferentes direcciones.

Hay geniales escenas de humor como esas llamadas por teléfono que hace Lucas a su madre (la voz en off de Pilar Gómez, tan expresiva), pero que, al mismo tiempo, entre sonrisas, nos expresan la soledad del hijo, la desafección de la madre con el hijo... y la locura de algunos mayores por estar a la última en todo cuando, en realidad, no lo pueden estar. Un humor que está perfectamente imbricado con la búsqueda vital del protagonista.

La obra está llena de hallazgos pero también presenta algún desequilibrio menor: el diálogo filosófico al inicio de la obra que llega demasiado pronto, en frío, y provoca una cierta desconexión o algún chiste que hubiera quedado mejor si se hubiera suprimido (excesivas explicaciones sobre los avances tecnológicos, por ejemplo). Pequeños detalles que no afectan al vuelo alto de La medida exacta del universo.

Los actores hacen un buen trabajo, convincentes en todo momento, incluso en los difíciles diálogos con divagaciones filosóficas que sueltan con gran naturalidad, con aparente espontaneidad. Gracias a ellos la poesía del texto fluye y nos alcanza, nos subyuga.

La medida exacta del universo es un soplo fresco en el panorama del teatro español, un profundo texto que habla del ser humano. No busca la complicidad social o del hecho real para tener un hueco en la escena actual, bucea en los sentimientos eternos de las personas que siempre nos hablarán, nos interpelarán, en cualquier contexto. Puro teatro.


Texto y dirección: Juan Jiménez Estepa

Intérpretes: Carlos Algaba, Carlos Guerrero, Teresa Mencia y Elisa Berriozabal. Pilar Gómez (voz en off)

Ayudante de dirección: Daniel Oliva

Escenografía e Iluminación: Javier Ruiz de Alegría

Vestuario: La Teatra

Producción: La Teatra y Eslinga Producciones

Teatro: Lara

Del 3 de noviembre de 2021 al 5 de enero de 2022

Duración: 90 minutos

Vista en Nave 73 8 al 29 de septiembre de 2019

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