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Nunca pasa nada




Nando López es el dramaturgo que mejor nos retrata la realidad de la juventud actual. Lo ha demostrado con obras como La edad de la ira o #Malditos 16.

En Nunca pasa nada nos encontramos con unos amigos que pasan un fin de semana en una casa rural, unos jóvenes que se enfrentan a sus propios conflictos e inquietudes, en el momento en que están dando sus primeros pasos en el mundo de los adultos y que va a marcar el futuro de sus vidas: atravesar esa puerta a lo incierto, la línea de sombra.


Con un montaje sencillo y eficaz, varios personajes nos contarán, años después, el recuerdo de ese fin de semana en el que acudieron a celebrar una fiesta. El primer desacuerdo entre ellos surge cuando descubren que en la casa rural no hay cobertura móvil, están aislados. Poco a poco iremos conociendo sus relaciones sentimentales, sus miedos, sus mentiras y, sobre todo, sus dudas. Una edad, los veinte años, en la que se supone que tienes que tener las ideas claras, haber dado los primeros pasos en la vida de adultos, tener cierta madurez. Pero tener las ideas claras no es fácil, nunca lo es, y menos cuando la familia y la sociedad parece exigirte unos compromisos y responsabilidades que muchas veces todavía no has aclarado contigo mismo, ni con tus mejores amigos.



Convivir un grupo de jóvenes en un espacio cerrado, desde la diferencia de opiniones, de preferencias, de relaciones sexuales, de formas de ser, lleva de forma inevitable al conflicto y, también, a plantearte ideas, reflexionar sobre tu propia vida como antes no lo habías hecho. Una catarsis para alguno de ellos. Otros, no cambiarán.

Y así, seremos testigos de la fragilidad personal y de la amistad, del amor en sus diferentes formas y compromisos, de las tomas de decisiones, de la ambigüedad de los recuerdos...


El complejo microcosmos de los jóvenes está reflejado con gran sensibilidad en la obra que Nando López ha escrito y que Eva Egido Leiva ha sabido recoger y dirigir, de forma natural, permitiendo que estos actores estén en escena como si estuvieran en el salón de su casa. Hay grandes promesas en este elenco de jóvenes actores, sin duda.


La obra se sigue con facilidad aunque la historia no se represente de forma lineal, incluso le confiere más dinamismo emocional y duplicidad. La representación se inicia con cuatro actores a cada lado del escenario. Uno o varios, según el momento de la función, se dirigen al público para contarnos algo de su historia, de forma breve. Rápidamente entramos en escena, nos encontramos en la casa, la acción es lineal hasta que se interrumpe, porque hay diálogos que se recuerdan de diferente forma o hay otro testigo que cuenta otra parte de la historia que enseguida vemos.


Como ocurre en todas las obras de Nando López, los diálogos brotan con naturalidad en los jóvenes protagonistas y consiguen reflejar ese mundo convulso que ebulle en sus mentes.


Nunca pasa nada es una obra que completa una trilogía sobre la juventud, por ahora, con la misma calidad que las precedentes. Teatro para jóvenes y adultos. Teatro que bucea en la mente del ser humano en su momento más frágil. ¡Id a verla ahora que se reestrena!


Texto: Nando López

Dirección: Eva Egido Leiva

Intérpretes: Ángela Arellano, María Andrés, Sara Jiménez, Álvaro Larrán, Cristina Lladosa, Javier Orán, Iván Sanchez, Jaime Velero

Iluminación: Rubén Vejabalbán

Teatro: Luchana Del 17 de marzo al 5 de mayo de 2022

Estreno en Sala Mirador 10 a 12 de mayo de 2019

15 y 16 de abril de 2021 en Teatro Quique San Francisco (Galileo)



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