El camarada (1946) de Cesare Pavese
En esta novela la narrativa de Cesare Pavese camina pausadamente, acercándose a la vida nocturna y ociosa de Turín y de Roma en pleno fascismo. Próxima al neorrealismo italiano, no consigue interesarnos demasiado en lo que nos cuenta ni en los personajes que pasean por sus páginas. Sorprende también su mediocre escritura.
Pablo es un joven ocioso y aburrido que toca la guitarra y vive la noche de Turín. Personaje abúlico, no muy inteligente, deja pasar su vida. Un amigo ha quedado inválido tras sufrir un accidente de moto por conducir borracho; en sus visitas, entra en contacto con la novia de su amigo y acaban saliendo juntos. Pero ella, ambigua, nunca le dejará clara la relación y acabará por perderla. Sus andanzas lo llevan a Roma, ciudad llena de vida a cualquier hora, donde irá trapicheando en diferentes oficios en su búsqueda, innecesaria, de ganarse la vida. Allí conocerá a otros jóvenes más comprometidos con la realidad social que vive Italia en esos momentos, una resistencia que difunde propaganda antifascista. Pablo empezará, torpemente, a interesarse por la realidad que le rodea.
Pablo es el narrador y, dadas sus limitaciones, no terminará de definir o ahondar en los demás personajes. Nos cuenta sus encuentros, las conversaciones y su divagar sin sentido. Múltiples personajes de escasa entidad van apareciendo por la novela.
El trasfondo del fascismo queda limitado a un decorado de fondo hasta el final de la novela ya que Pablo no entiende de política y, menos, de la vida. Cuando el personaje empieza a interesarse por la realidad social que vive y por la actividad antifascista clandestina, la narración de Cesare Pavese se torna descuidada, las frases entrecortadas y apresuradas nos producen un desinterés paradójico porque es la primera vez, en toda la novela, que el personaje evoluciona, madura en apariencia y se implica en unas situaciones peligrosas que deberían generar interés en el lector.
A pesar de todo, Cesare Pavese es un auténtico malabarista, consigue que no abandonemos el libro, seguimos con la mirada (no con el corazón) ese mosaico de personas que se entrecruzan en la vida de un joven solitario, en la que tanto la amistad como el amor son fugaces, endebles; como la estructura del libro, breves capítulos, diálogos inconclusos, episodios narrativos fragmentarios... Superficial.
Si queréis explorar a este interesante escritor os recomiendo otras obras, la novela "El bello verano" (1940) o alguno de sus relatos. "El camarada" no aporta nada a su narrativa.
Editorial: Lumen
Páginas: 219
