El padre
El padre es una original obra de Florian Zeller que mantiene al espectador atento para desentrañar qué le está ocurriendo a este pobre hombre desorientado por los acontecimientos que vive. José María Pou nos da una lección interpretativa.
Un hombre de setenta y seis años vive solo en su casa y recibe la visita de la hija que no tarda en sacar el tema de la residencia, un tema ya recurrente, que se niega a considerar a pesar de sus carencias. Andrés sólo quiere hablar de los objetos que le desaparecen y sus sospechas sobre la cuidadora... por la casa ya han pasado varios cuidadores.
El padre se encuentra desconcertado cuando un día se despierta en una casa que no es exactamente como la suya, en la que hay una joven que dice ser su hija, un yerno que le hace extrañas confidencias... ¿Qué esta ocurriendo? ¿Es una confabulación? ¿Confunde sueños con realidad? ¿Por qué hay esos cambios sutiles a cada momento? Poco después todo parece volver a la rutina diaria.
Ese desconcierto del padre es, al mismo tiempo, el desconcierto del público que vive por igual las incongruencias o extrañas circunstancias, esos detalles que se salen de lo conocido o esperado. Aquí reside uno de los grandes aciertos de esta obra, protagonista y espectador se cuestionan lo que está ocurriendo.
Quienes vieron la versión cinematográfica con Anthony Hopkins y Olivia Coleman o acudieron hace unos años a ver en escena a Héctor Alterio conocerán el desenlace final que esclarecerá todas las disonancias que vamos viendo con intriga a lo largo de la obra. Es una exposición original cuando se repiten las mismas escenas pero con elementos y diálogos que varían y plantean un interés tipo thriller para una obra que nos describe una dura realidad frecuente en la sociedad envejecida.
Cuando ya sabes qué ocurre desde el principio, el interés de la obra recae en el papel del protagonista y en la interpretación, porque los diálogos y la caracterización de los personajes son básicos, no hay mas que una lectura directa, sin demasiados matices, a diferencia de la segunda obra de Florian Zeller "La madre", que utiliza los mismos recursos de "repetición con variaciones".
José María Pou nos regala una brillante interpretación, la fragilidad y la fuerza de un hombre mayor pero no decrépito que lucha por esclarecer las incongruencias que sufre. Presencia, voz y gesto se apoderan del espectador y hace palidecer incluso al gran Jorge Kent. Es una lástima que Cecilia Solaguren no se encuentre a la altura de Pou, carente de la energía y la compenetración necesarias para reforzar esa relación padre - hija. Todo recae en un único protagonista y en un actor que devora al resto.
"El padre" es una obra que recomiendo sobre todo a los que desconocen el argumento: la original intriga les hará disfrutar mucho más de este impecable suspense. También la recomiendo para poder contemplar un trabajo actoral impecable, potente. No era un fan de José María Pou pero aquí me ha deslumbrado.
Texto: Florian Zeller
Dirección: Josep Maria Mestres
Intérpretes: José María Pou, Cecilia Solaguren, Elvira Cuadrupani, Jorge Kent, Alberto Iglesias, Lara Grube
Escenografía: Paco Azorín
Vestuario: Nina Pawlowsky
Iluminación: Ignasi Camprodon
Sonido: Jordi Bonet
Producción: Teatre Romea
Teatro: Bellas Artes Del 6 de marzo al 28 de abril de 2024
Duración: 90 minutos
