La noria invisible
Una obra gozosa, una comedia agridulce sobre dos estudiantes adolescentes que, entre risas, nos muestran su soledad y miedo, pero también sus espontáneas alegrías y sus esperanzas. Desde la originalidad expositiva y la caracterización exagerada y brillante, siempre matizada, el director y escritor consigue que nos enamoremos de estas actrices.
Juana tiene 15 años y no le gusta su vida, ni el trabajo de su padre al que no quiere ser destinada (dueño de una zapatería) ni la soledad del colegio. No tiene amigas, es la rara. Pero su imaginación de escritora en ciernes la lleva a fantasear, su vida es un videoclip. Por eso nos recibe con música, habla en playback... así empieza la representación. Un día, aparece una chica que se sienta a su lado, la nueva, la desubicada (como ella), trasladada de otro colegio. Raquel es una joven cerrada, enfadada con el mundo y que tardará en aceptar la amistad de la insistente Juana. Entonces, empezarán a compartir y vivir experiencias desde su inocente y desbordante energía.
En un estilo que recuerda a "Las princesas del Pacífico", las dos actrices interpretan con desparpajo y paradójico realismo sus papeles de adolescentes, nos transmiten la vitalidad y espontaneidad de esa edad, la cabezonería y la pasión, la evasión de la realidad de un mundo gris que no les gusta (ya las han golpeado) y su pasión desbordante que busca refugio en la amistad, el amor y la imaginación de un futuro sin límites.
Siguiéndolas en clase, en la zapatería, en la feria y su noria... Troncoso nos va dibujando la realidad que se oculta: el acoso escolar y la incomprensión social. Hay un bello canto a la amistad, al amor y a la alegría de vivir. El epílogo de la historia será contundente (final perfecto que ahonda en la historia dibujada).
Quien ha visto otras obras de José Troncoso y La Estampida reconocerá su estilo propio; además de una interpretación que se acerca al esperpento más fino, nos encontramos sus diálogos de cadencia repetida como recurso humorístico, el empecinamiento de algunos personajes en su propia realidad y la fragilidad omnipresente que humaniza los personajes. No precisa muchos recursos escénicos para volcarnos su historia: aquí nos encontramos en un escenario de sala de fiestas cutre (círculo de luces, cortinilla) y las sillas propias de un aula de colegio.
Maravilloso trabajo interpretativo de Belén Ponce de León (van unas cuantas) y de Olga Rodríguez. Una pareja fabulosa.
Os animo a que subáis a esta noria.
Dramaturgia y dirección: José Troncoso
Intérpretes: Belén Ponce de León y Olga Rodríguez
Escenografía: Alessio Meloni (AAPEE)
Iluminación: Leticia L. Karamazana
Música original: Mariano Marín
Coreografías y movimiento: Luis Santamaría
Ayudante de dirección: José Bustos
Producción: La Estampida y Teatro Español
Teatro: Español Del 8 de septiembre al 9 de octubre de 2022
Duración: 70 minutos
