top of page

Los guapos



Un reencuentro de dos amigos de la juventud tras muchos años sin verse, una puesta al día y recuerdos de un pasado en común, un recorrido que arroja una mirada crítica al presente. Una historia que, de partida, ya hemos visto en otras ocasiones y, en las circunstancias de estos personajes, no termina por aportar demasiado "Los guapos". El debut teatral del cineasta David Trueba se contempla sin grandes emociones, correctos diálogos y sin la chispa que haga recordable esta función.







Nuria y Pablo crecieron en un barrio obrero. Nuria se quedó y su vida se estancó, Pablo pudo salir y triunfar en la vida, ahora es un abogado de éxito. El reencuentro se produce cuando ella lo llama para pedirle un favor. Al principio todo resulta frío, ella llega casi una hora tarde y Pablo casi se marcha. Poco a poco, en una conversación difícil, poco fluida, irán rememorando su pasado y seremos conscientes del alejamiento que han sufrido, de lo diferentes que son ahora tras los años ausentes.


Los recuerdos pueden ser compartidos y despertar una complicidad, un punto de encuentro en un presente entre extraños: es quizá lo mejor que refleja esta obra. En otras ocasiones, los recuerdos son divergentes o ausentes, ahondan la distancia entre dos personas. En esa balanza se mueve esta pareja de conocidos, extraños ahora.

Las anécdotas que nos cuentan no resultan especialmente interesantes, parece que están concebidas para ahondar en la diferencia entre pasado y presente de estos personajes y marcar la separación que existe entre ellos tras sus trayectorias vitales. El segundo encuentro de Nuria y Pablo no cambia mucho en relación al primer encuentro, salvo por una vuelta de tuerca argumental que resulta insuficiente para animar la función.

La languidez que manifiestan Nuria y Pablo se transmite al espectador que acaba por enmarañarse en un leve tedio. Algunas gotas de humor en el diálogo resultan insuficientes para remontar una situación que no llega a calar en quien contempla a esta pareja.

Anna Alarcón y Vito Sanz interpretan con eficacia, aunque sin especial atractivo, sus personajes. El amplio espacio escénico de un bar solitario permite marcar acercamientos y alejamiento de los dos protagonistas, reforzar el terreno movedizo sentimental por el que transcurren. Hay una breve pero bella banda sonora a cargo de Iñaki Estada. Pedro Yagüe, como gran profesional en el diseño de la iluminación en este espacio teatral, vuelve a acertar en los matices precisos para marcar el espacio intimista dramático.


"Los guapos" es una obra que olvidaremos al poco de salir del teatro. Una lástima.






Texto y dirección: David Trueba

Intérpretes: Anna Alarcón y Vito Sanz

Escenografía y vestuario: Beatriz San Juan

Iluminación: Pedro Yagüe

Música y espacio sonoro: Iñaki Estrada

Ayudante de dirección: Aina Tur

Producción: Centro Dramático Nacional y Bitò

Teatro: María Guerrero Del 24 de abril al 9 de junio de 2024

Duración: 85 minutos

Busco...
PRÓXIMOS RETOS
OBRAS DE TEATRO
OBRAS DE LITERATURA

Únete ahora a nuestra lista de correo

bottom of page