Noche es el día (2013) de Peter Stamm
Interesante libro sobre unos personajes que van a la deriva y las circunstancias, el cruel azar de la vida, los empuja hacia nuevos caminos. Una historia que se construye a fuego lento.
Gillian es una joven que se despierta confusa en un hospital: acaba de tener un accidente, su marido conducía borracho tras una discusión y ha fallecido, ella se ha desfigurado la cara, su rostro no tiene nariz. Los cirujanos le prometen que, tras varias operaciones, no quedarán huellas del accidente, su rostro se parecerá al de antes. Desde esa oscuridad, ella se siente una mujer nueva, diferente. Volverá a su pasado, recordará su vida conyugal con Mathias, sus inicios teatrales de juventud, su trabajo como presentadora de televisión y una entrevista en la que conocerá a Hubert, pintor que expone desnudos femeninos. La segunda parte del libro se inicia con la historia de Hubert, seis años después, divorciado y sin haber vuelto a pintar, dedicado a la enseñanza. En un retiro vacacional en las montañas suizas se volverán a encontrar Gillian y Hubert.
Peter Stamm es un escritor suizo nacido en 1963 que ya ha escrito casi una veintena de novelas, varias colecciones de cuentos y obras de teatro. Su estilo es conciso, su texto carente de largas descripciones, casi ausente de adjetivos u otros recursos que puedan oscurecer la precisión de los sustantivos; una narrativa atenta a los detalles y movimientos de sus personajes y el lugar donde se desenvuelven (espacios interiores, naturaleza). No busca la belleza del lenguaje, la encuentra en su sencillez.
Como ocurre con cierta literatura centroeuropea o germánica, me sorprende la frialdad de los personajes, su conducta distante, sus frases que evitan implicarse con la otra persona... una forma de expresarse alejada de la emoción aunque sus sentimientos fluyan en el interior. Con estilos y narrativa muy diferente, pero con estas características, puedo mencionar otros autores como Fleur Jaeggy (también suiza) o Agota Kristof (húngara), pero hay muchos más.
En esta novela, los sentimientos de la protagonista fluyen en su interior aunque no los manifieste, ni a sus padres (con una madre muy distante). El accidente ha supuesto un cambio drástico en su vida (la gente no se atreve a mirarla), todo ha cambiado, hasta sus sensaciones, pero prefiere su aislamiento, su independencia emocional. Su vida antes del accidente le parece una ficción, no se reconoce en la mujer de antes.
En "Noche es el día" es muy importante la atmósfera que envuelve la historia y que acaba por impregnar al lector, como una capa que se adhiere hasta el final del libro. Respiramos la frialdad, la soledad y la dureza de los lugares y los personajes. No hay dramatismo en lo narrado aunque los hechos (el accidente, las malas relaciones familiares) sean duros, todo lo contrario, hay un impulso por seguir adelante, buscar un hueco de felicidad o, por lo menos, estar a gusto con su vida.
El preciso contraste a las adormecidas vidas de Gillian y Hubert lo encontramos en la alegría que flota en el ambiente con los turistas, padres e hijos, que llegan al club vacacional para que rellenen su espacio de ocio (aunque sea con tintes de impostura o alegría forzada).
"Noche es el día" es un buen libro para conocer la narrativa de Peter Stamm.
Editorial: Acantilado
Páginas: 170
